CRISTO EN SU MAYOR DESAMPARO
COFRADÍA A LA QUE PERTENECE EL PASO: Cofradía Penitencial de Cristo en Su Mayor Desamparo.
NOMBRE DEL PASO: Cristo en su Mayor Desamparo
AUTOR: Ricardo Flecha
AÑO: 2011.
PROCESIONES:
- Viernes Santo: Procesión de la Liberación.
HISTORIA:
Imagen titular de la Cofradía de Cristo en Su Mayor Desamparo, se trata de una escultura religiosa de carácter monumental, realizada en madera de Nogal. Sus mediadas son 40 centímetros de ancho por 70 centímetros de largo por 245 centímetros de alto. La figura ha sido tallada como las antiguas imágenes del siglo XVI, talla directa y de una sola pieza. Realizada a partir del tronco de una árbol.
La madera se encuentra totalmente seca y ha sido tratada, de tal manera que está garantizada su estabilidad.
Su policromía será mixta, presentado la figura de Cristo una policromía tradicional a base oleo, y la muerte, una policromía mas novedosa a base de patinas compuestas por óxidos metálicos emulsionados con ceras.
Iconográficamente supone una gran novedad, ya que nunca se ha representado una escena parecida. Representa el momento en que Cristo muerto espera el momento de su resurrección, en brazos de la muerte.
La iconografía tradicional ha representado de mil maneras la muerte y el entierro de Cristo, como así también su resurrección. Sin embargo nunca se ha representado ni tan siquiera gráficamente el momento del tránsito que corresponde al día del sábado santo. Esta figura supone una nueva concepción iconográfica.
Teológicamente es una idea aceptada por la Iglesia. Si Cristo era el hijo de Dios hecho hombre, si fue hecho hombre debió de morir. Cristo tuvo que estar muerto, solo así podemos manifestar el dogma más importante de la religión cristiana, la resurrección de Cristo. Si Cristo venció a la muerte, es porque estuvo muerto y resucito.
La tradición iconografía nos lleva a la representación mas común de la muerte con un esqueleto que porta una guadaña y una clepsidra, pero también se representa como aquí hacemos por un sudario sostenido por un cuerpo etéreo. La muerte representa el final de todo principio vita y ineludible del destino humano. Para el cristianismo es un principio dinámico fundamental, sin el cual no sería posible la vida eterna y la resurrección.
La muerte no es algo presente en la cultura actual. Su representación es escasa, y supone un elemento transgresor. Siempre que se representa aparece de una manera dulce, como si fuese un paso hacia lago conocido. No era así en siglos pasados donde estaba presente la costumbre de ver morir. La Muerte era un aspecto de la vida diaria mucho más presente en el Medioevo que en los países modernos. La expectativa de vida era baja, con una alta tasa de mortalidad. Los funerales y las ejecuciones eran frecuentes y públicos.
Ante este designio fatalista de la muerte se antepone en esta obra la figura de un cuerpo, que aunque está muerto, esta vital, ya que no presenta signo de descomposición. Para el cristianismo la noción del cuerpo es como un signo. El cristianismo destaca al cuerpo como objeto de veneración, tanto en su signo central, la crucifixión, como en la devoción a algunos santos. Aunque la mayoría de los conceptos de la religión son profundamente espirituales, su imaginería es paradójicamente somática.
Esta dualidad es uno de los aspectos que he querido que he querido manifestar en esta obra, de ahí el distinto tratamiento que se ha buscado a la hora de realizar la muerte y la figura de Cristo. Tanto en construcción como en policromía, que pueda resaltar a una figura que representa la muerte, viva y con fuerza capaz de sostener un cuerpo muerto que representa la vida.