CRUCIFICADO DE LA VERA CRUZ – CRUZ GUÍA
Anónimo, Primera mitad del siglo XVI
Ermita de San Roque
Cofradía de la Misericordia y Jesús Nazareno
El Crucificado de la Vera Cruz, procesionado hoy como cruz guía, fué una de las imágenes titular de la Cofradía de la Vera Cruz. Esta escultura podría ser la imagen fundacional de la Cofradía. Normalmente este tipo de crucificados de pequeño formato y no excesivamente pesados, poseían una cruz rebajada en su parte inferior, para anclarla en la cintura del portador y poder enarbolarla en los desfiles en un carjad de cuero. Esta misma función ha permitido que actualmente participe en las procesiones como lo que ahora denominamos una cruz guía. En la localidad cercana de Cervillego de la Cruz, existe una talla de crucificado casi idéntica a este Crucificado de Medina, datado en la misma época, en la que la cruz original tiene rebajada la parte inferior.
Este crucificado es una obra de la primera mitad del siglo XVI, de hacia 1530-40, en la que perviven ciertos aspectos goticistas anteriores. Representa a Cristo muerto y clavado en la cruz, dotado de cierta expresividad, remarcada por la llaga del costado y los goterones de sangre que de ella manan. Cabellera en gruesos mechones, igual que el bigote y la barba bífida. Posee tallada la corona de espinas. Las manos resultan un poco desproporcionadas. El paño de pureza se presenta pegado al cuerpo con un nudo y un pico salientes. Esta parte lleva labores de dorado y esgrafiado sencillo, con una discreta fimbria, en parte perdida por desgastes por frotación u ocultada por repintes.
Este crucificado inicialmente era portado “enarbolado”, es decir a mano por un cofrade, tanto en las procesiones penitenciales como en los entierros y fiestas de la cofradía, función que ahora mantiene en las procesiones de nuestros días, aunque no sea alumbrado por su antigua penitencial sino por la Cofradía Penitencial de la Misericordia y Jesús Nazareno que la restaura en los años 90 del siglo pasado al encontrarla escondida en una pared de la Ermita de San Roque, donde se la da culto desde entonces.