PIEDAD DE BARRIENTOS
Maestro de San Pablo de la Moraleja, 1500
Museo de las Ferias – Fundación Simón Ruiz
Cofradía de Cristo en Su Mayor Desamparo
La Piedad de Barrientos, es una obra que se atribuye su realización al denominado Maestro de San Pablo de la Moraleja. Esta talla del siglo XVI posiblemente fuera la primitiva imagen titular del Hospital de la Piedad y San Antonio Abad, institución fundada en 1454 por fray Lope de Barrientos, obispo de Cuenca, nacido en la villa de Medina del Campo.
La Piedad de Barrientos, representa a María con el cuerpo de su Hijo en el regazo, siguiendo una iconografía muy popular en Castilla desde el siglo XV, que se mantendrá exitosamente con múltiples variantes en siglos posteriores. Su antigüedad en parte queda oculta por un repinte del siglo XVIII. La imagen sedente de María se presenta con la boca cerrada, mirada baja y sensación de angustia contenida. María aparece vestida con túnica, amplio manto, que junto con las tocas sueltas que permiten ver parte de sus cabellos, ocultan su cabeza, que queda inclinada levemente hacia el cuerpo de su Hijo muerto. La pérdida volumétrica de la mano izquierda de María y del brazo izquierdo del Señor, nos impide ver el gesto con el que Ella, con su mano izquierda, sostendría el brazo o la mano de su Hijo. Al igual que en otras obras del momento, María es de mayor dimensión que Cristo, que queda dispuesto en el regazo de las rodillas de su Madre, presentando una anatomía sumaria y algo rígida, destacando de un modo importante la llaga del costado y la sangre que de ella mana.
Realizada en una fecha cercana a 1500, se viene atribuyendo su ejecución al denominado Maestro de San Pablo de la Moraleja, nombre que recibe su autor al vincularlo con su obra conocida más famosa, Llanto sobre Cristo muerto, que actualmente se expone en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, que procede del Monasterio de San Pablo de la Moraleja. Realmente no conocemos el nombre de este artista que trabajó en un área que actualmente abarca parte de las provincias de Palencia y Valladolid, resultando posible que incluso en algún momento contase con taller en Medina del Campo.
El Maestro de San Pablo de la Moraleja, se cree es uno de esos artistas extranjeros que trabajan en Castilla a finales del siglo XV y los primeros años del siglo XVI. Este escultor dota a todas sus figuras de una gran expresividad, rostros alargados, barbillas salientes, ojos y bocas caídas que aportan a sus figuras un aspecto triste, así como expresiones de ausencia que muestran cierto alejamiento de la realidad o del espectador. Todo ello dentro de un estilo de raíz gótica flamenca, pero con detalles renacientes, que nos testimonian la transición del gusto y el estilo del momento en el que la pieza se realizó.
Entre sus obras se encuentra el Llanto sobre Cristo Muerto del Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, el Llanto sobre Cristo Muerto de Nava del Rey, Crucificado de la Colegiata de San Antolín de Medina del Campo, etc.
La imagen ha sido restaurada a finales del siglo XX (1994) con criterios museográficos y de conservación, optando por mantener la policromía superior, en mejor estado que la original y sin recomponer las faltas volumétricas de la pieza que carece de la mano izquierda de María y de medio brazo izquierdo, desde el codo, de la imagen del Señor, así como otras pequeñas pérdidas volumétricas. Igualmente por esos mismos criterios de conservación y pensando en su uso procesional se reconstruyó su base para garantizar la estabilidad de la madera.